martes, 1 de julio de 2008

Furor asociativo

Cuatro* se hizo con los derechos de emisión de la Copa de Europa de fútbol. La recien nacida cadena de televisión apostó por el fútbol, como ya lo había hecho La Sexta en el Mundial. De la esperanza del tiki-taka al ¡Podemos! Ahora, con la seleción como campeona los derechos vuelven a casa con La 1ª.

Que el fútbol tiene un enorme poder movilizador no lo digo yo, lo dice el precio que algunas cadenas, marcas y productos están dispuestos a pagar por asociarse a él. Los políticos van y vienen primero como visitantes y luego como anfitriones; juegan a la bola de cristal; demuestran lo bien estudiado que tienen eso de lo de dar patadas a un cuero... los políticos saben que la batalla política se asemeja a la futbolística (delanteros, piscineros, pichichis, goleadores, destructores, centrales, defensores, cancerberos... y saben de maravilla lo valioso que resulta dominar el esférico). Los programas de televisión, del mundo de las ondas menos cortas, etc. se arriman al ganador, pagando o no, como las moscas en las cocinas. Tras la selección está la comida rápida, la cerveza, la ropa deportiva, las tarjetas de crédito de los bancos... en fin, un largo etcétera, pero tras esta larga lista se encuentra el interés por repercutir los costes al consumidor y sacar beneficios con la inversión. Debemos ver todas esas cosas y no asociarlas inconscientemente al éxito. .. ¿porqué? porque en lo orgiástico de las celebraciones, en la descarga dionisíaca o dionisiaca, nos volvemos fácilmente manipulables, ¡ojo al rojo! , también al resto de colores pero... ¿cuánto es lo escrito en negro y se nos escapa por evidente?

¿Hay lugar para el descanso, ocio para el disfrute? No y Sí...

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