Que la sociedad late al ritmo que impone el mercado laboral ya lo anunció un protoperiodista llamado Perogrullo. Cojamos un teleprograma, la programación semanal. ¡Ringgg!
- De 7.30 a 9.00 la gente se levanta y se dispone a trabajar, se ofrecen programas para niños antes del cole e informativos para los profesionales que desean saber como viene el día antes de ir al taba jo (lo mismo su empresa ha cerrado y no hace falta).
- De 9.00 a 13.00 toman el mando aún caliente las amas de casa (sin machismos, la sociedad es la que es), para este público tan femenino se les ofrece un menú de magazines de entretenimiento más rosa que el diamante de la pantera.
- De 13.00 a 16.00 empiezan a regresar los parientes, grandes y pequeños, todos con hambre. El plato son el contenido informativo de los magazines rosa, los dibus para todos los públicos tipo The Simpson o las series adolescentes... y como no, los informativos del mediodía (todo un clásico), es el único momento que son comibles las noticias políticas, la razón de ser de los directivos y sus lineas editoriales mas o menos politizadas.
- De 16.00 a 18.00 horas, las amas de casa vuelven a coger el mando y buscan sus telenovelas/culebrones o sus amados magazines de sobremesa, nada mejor que reírse de los famosos cuando la vida es tan poco extraordinaria, o pensar que lo extraordinario sucede al otro lado de la pantalla.
- Desde las 18.00 hasta las 20.00, regresan los chicos del cole con ganas de merendar... y como los chicos las visitas o los profesionales con horario de mañana o media jornada. Se ve un totus revolutum de opciones diversas.
- Entre las 20.00 y las 21.00/22.00 la heterogeneidad se generaliza, todo el mundo llega a sus hogares cansado y con ganas de sentarse en el sofá-sillón o frente a la mesa para cenar. ¿Qué echan? la serie de tal, la peli de cual... pero siempre o casi después del informativo (sólo se pueden digerir las noticias políticas cuando tenemos la boca medio llena, es el modo de decirnos... los políticos te dan de comer... o casi).
- De 21/22.00 a 0.00 es el lugar de lo que realmente la gente quiere ver, las series donde sale el alter ego del papi, de la mami, del abuelo, del niño... y todos viven unas aventuras tremendas... salidas de guionistas quemados, quiebros y requiebros como los de Anibal con los elefantes.
- De 0.00 a 2.30 se ofrece la calderilla, el postre, programas de menudeo, es decir, que mendigan, que piden el público con más energias o más insatisfechos de las series de la banda anterior (prime-time)... es el momento de los que quiere vivir la última experiencia del día antes de acostarse (¡Ringgg!) y despertarse para volver a trabajar.
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